Marta Alanis, fundadora de Católicas por el Derecho a Decidir y de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito dialogó con Nosotres les Otres a días de ser aprobado, en la Cámara de Diputades, el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Marta habló del aprendizaje que dejó la votación en la Cámara Baja. Dijo que hay gente indecisa, hay aprietes, escraches y miedo a grupos violentos que se han manifestado. Asimismo entendió como un gran triunfo los 14 puntos de distancia: “eso hace auspicioso el debate en el Senado, no ganamos por 2 puntos o 3.”
Por otra parte, Marta se expresó sobre Católicas por el Derecho a Decidir, espacio que fundó hace 27 años. Manifestó que “en la doctrina católica confluyen pluralidad de posiciones, no hay una verdad absoluta sobre este tema, son enseñanzas de la iglesia, no son dogmas, no hay consenso total en las diversas teologías. Entonces por un lado hay libertad de conciencia y los dilemas éticos los debate cada persona en el recinto de su conciencia y eso dice la doctrina.” Entiende que la jerarquía de la iglesia seguirá diciendo lo que dice y ellas dirán que hay libertad de conciencia para muchos temas. Y temas que tienen que ver con la moral sexual. “Por supuesto que se puede disentir y nosotras actuamos una disidencia dentro de la iglesia. Seguimos siendo católicas pero marcamos que hay una disidencia y esa disidencia es válida, y no es algo que sea una provocación. También la teología de la liberación fue una disidencia con las enseñanzas anteriores; también la teoría queer es una disidencia que se manifiesta dentro de la iglesia. Lo que pasa es que en la jerarquía están los sectores más conservadores por no decir fundamentalistas. En el vaticano ha habido un gobierno fundamentalista durante muchos años, entonces las jerarquías están impregnadas de esa realidad, y la verdad no todos siempre hay excepciones.”
La histórica luchadora del pañuelo verde se refirió al Movimiento Feminista. “Es un Movimiento muy fuerte en la Argentina que ha impactado en la región latinoamericana y en muchos países del mundo y compite con la agenda de la iglesia en temas de reproducción, de diversidad sexual. Esa agenda que antes era propia de la iglesia católica, y que la imponían los países católicos, hoy no la impone, no puede imponer su agenda, se lo impedimos.”
“Hablamos de justicia social, de tener más libertades y no es que queremos abortar. Tiene que haber una opción, nosotras queremos educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y el aborto como último recurso: aborto legal para no morir. Tiene que haber más salud reproductiva, más educación sexual.”
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