Compartimos una columna de Laura Kropff para Proyecto Erre y las palabras de Ver+onica Azpiroz Cleñan
“Hoy hace 8 años que partió Miguel Leuman yem. Es difícil resumir la vida y la partida de Miguel porque la intensidad de su vida fue en proporción a la intensidad de su viaje final. Lo que generó en mi y en sus compañeras y compañeros de militancia fue pura valentía para vivir.
Miguel abrió la dimensión política de la identidad mapuche de los dos lados de la cordillera. Sino lo hubiera conocido, hubiera sido una mapuche folklórica, como tantas…No conocí después de Miguel otro mapuche con una visión geopolítica tan aguada, ni sarcasmo tal en el análisis político de la realidad argentina y chilena.
La entrega de su cuerpo físico para la recuperación del Eltuwe en Los Toldos está pendiente. El primer descanso fue en la Casa Azul. Asi como hubo un antes y un después del nacimiento de mi hijo Kajfüñam, hay un antes y un después de la partida de Miguel.
El legado de Miguel no solo fue la creación de la wenu foye como bandera política de la nación mapuche sino el coraje de la desobediencia civil de toda la comunidad a la cual pertenezco. No renunciamos a ser despojados aún en la muerte de nuestra cultura. No lo cremamos, no lo pusimos en un nicho, ni en el cementerio municipal. Recuperamos el eluwün, de una forma digna de despedir a los nuestros. Hicimos el juicio, comimos asado, tomamos pulko, cantamos, purrukeamos, vestimos los kawejü (caballos), preparamos las wayki (lanzas) para abrir el camino final y sus amigos y sus alianzas políticas llegaron. Al año conocimos a su familia biológica del otro lado de la cordillera. Reafirmamos que la nación mapuche no tiene fronteras.”
A la gilada mapuche y no mapuche que provoca, que insulta, que ningunea nuestra demanda para la recuperación del Eltuwe, en la Azotea, o que aprueba ordenanzas inconstitucionales les decimos con certeza, que vamos a recuperar el Cementerio Mapuche para enterrar a nuestra gente ahí. Ese espacio sagrado no es para museo, ni para turismo barato.
YO ME MUERO COMO VIVI.
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